Campesinos pudieron conocer las variables comerciales y el desarrollo del maqui en el Maule, además de alcanzar acuerdos con quienes comercializan el fruto de la región
El último Catastro del Boque Nativo detectó que en Chile hay 170 mil hectáreas de maqui, desde el valle del Limarí a Aysén, de las cuales 35% (50 mil) están ubicadas en nuestra región.
Gracias a este escenario ocho recolectores viajaron a Santiago para reunirse con Isabel Lecaros, quien dirige la empresa Nativ for Life, principal comercializadora del producto en el país y que distribuye toda la producción de Aysén. Entre los temas tratados se plantearon las dificultades de la industria desde la perspectiva de la compañía y junto a los empresarios se tomaron acuerdos para mejorar los macales silvestres que abundan en nuestra región, trabajo que el INDAP ha desarrollado en los últimos 18 meses.
“El maqui es nativo de Chile y somos los únicos oferentes. La temporada pasada se exportaron $10,4 millones de dólares y se estima que el potencial real del negocio podría llegar a los $ 4 mil 500 millones de dólares, lo que pone a nuestro país en una muy buena posición, ya que en 2016 exportaron 435 toneladas”, explicó Jorge Huichalaf, rubrista de frutales de INDAP, quien destacó que “en este escenario es importante resaltar que las cifras tienen relación sólo con la recolección silvestre del maqui”.
Tras el viaje a Santiago, el grupo viajó a la región del Maule, donde pudo participar en un seminario de la Universidad de Talca, invitados por Hermine Vogel, experta que hace unos meses visitó la Región de Aysén y, junto a INDAP y ProChile, compartió con los productores de Mañihuales.
La instancia en la casa de estudios se centró el desarrollo de variedades y el manejo productivo del maqui, en donde los representantes de nuestra región pudieron interiorizarse de cómo trabajan en el norte y exponer acerca de cómo se cosecha en la Patagonia, destacando el uso de maquinarias para la cosecha del maqui, algo que en la Séptima Región no se conocía.
Jessi Rebolledo, productora de Mañihuales, explicó que “lo primero que pudimos apreciar es la importancia que le dan al maqui por la cantidad de propiedades que tiene el fruto y que nosotros no nos habíamos dado cuenta. Fue muy provechoso saber el valor que tiene nuestro maqui y que las plantas que tenemos acá están mucho mejor establecidas, porque estamos mucho más avanzados y no les habíamos tomado el peso a eso. Allá (en el Maule) están empezando en la recolección y el cuidado”.
“Para ProChile es relevante realizar este tipo de acciones junto a INDAP a través del convenio para la Agricultura Familiar Campesina, el cual busca beneficiar y entregar herramientas a usuarios de este programa, a través de la capacitación e intercambio de experiencias con emprendedores y centros de estudios dentro del país para que avancen en el desarrollo sustentable de los Productos Forestales no Madereros. En ese contexto, pretendemos que tanto recolectores como actores claves del sector de la Región de Aysén adquieran conocimientos para métodos de cosecha, información de certificaciones para recolectores, estudios de domesticación del recurso, comercialización, buenas prácticas de recolección, relación entre recolectores y dueños de predios, apoyos para fomento, etcétera, que permitan preservar los productos y asegurar su disponibilidad cada temporada, en vista de la relevancia que están alcanzando estos productos, que sumaron exportaciones el 2015 por un total de 83,1 millones de dólares”, sostuvo José Cayunguir, director regional de ProChile.
La principal conclusión de los productores apuntó al buen pie del trabajo que realiza el Gobierno junto a los productores de Aysén, teniendo en cuenta que aún hay mucho por investigar en materia de maqui, y apenas hace una década que el potencial del fruto comenzó a vislumbrarse. Hoy el precio del kilo de Maqui varía entre los $1.700 y $2.500 pesos.
Jessi Rebolledo – productora Maqui:
Jorge Huichalaf INDAP:
Equipo Prensa
Portal Agro Chile