Investigadores del INIA proponen un sistema de Manejo Integrado Plagas (MIP) para mitigar las poblaciones de la chinche pintada (Bagrada hilaris), una plaga que afecta el cultivo de hortalizas.
Para ello, el equipo de trabajo en pleno se reunió para dar los primeros pasos en la programación de las actividades del proyecto durante el año.
La iniciativa adjudicada por el INIA se titula “Desarrollo de un sistema de manejo integrado con bajo impacto ambiental orientado a mitigar las poblaciones de la chinche pintada (Bagrada hilaris) para una horticultura sostenible y competitiva”.
Cuenta con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), entidad que busca mejorar la competitividad de los productores de brásicas de las regiones Metropolitana y de Valparaíso de forma sustentable, ante la presencia de una nueva plaga para Chile altamente polífaga y que ha generado un uso indiscriminado de insecticidas.
La iniciativa tiene una duración de 3 años (2018-2021) y se propone generar información sobre la base de aspectos biológicos y ecológicos de la plaga, teniendo como ejes principales reducir las poblaciones a través de alternativas ecológicas y económicamente viables.
El equipo de trabajo lo confirman Nancy Vitta, Patricia Estay, Natalia Olivares, Ernesto Cisternas, Fernando Rodríguez, Eduardo Tapia y José Lagos, además del apoyo de técnicos de campo y laboratorio.
Una de las estrategias de mitigación que se propone en este proyecto es el uso de cepas nativas de hongos entomopatógenos (HEP) provenientes del banco de recursos microbianos del INIA. Otra estrategia agroecológica que plantea el proyecto es la siembra de cultivos trampas que consiste en la siembra de una especie más atractiva para la plaga en los bordes o adentro del cultivo principal.
La ingeniero agrónomo Nancy Vitta, directora del proyecto manifestó que, “hay condiciones climáticas variables que pueden favorecer la dispersión de la plaga a otras regiones y por eso es importante abordar esta plaga a través de estrategias de manejo adecuadas para su mitigación”. En este sentido, el trabajo conjunto con los productores es fundamental, precisó. “Es muy importante que los productores aprendan acerca de la biología, su comportamiento y los principios del Manejo Integrado de Plagas”.
El cronograma establece un plan de trabajo con el agricultor y entidades asociadas al proyecto que tienen el compromiso e interés de solucionar este problema, aspectos claves para hacer un manejo y control adecuado de la plaga.
Participan la Agrupación de Agricultores Lampa hilaris de Lampa, el Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT) Agricultura Orgánica, el GTT Hortalizas de Hoja de la misma localidad, equipo Prodesal y otros productores.
Patricia Estay, coordinadora nacional de sanidad vegetal del INIA agregó que “es necesario comenzar un programa intenso de investigación en chinche pintada y comprender aspectos tales como el historial de vida por estaciones de B. hilaris en Chile en cultivos y maleza, identificar la presencia y el impacto de enemigos locales naturales, incluidos depredadores, parasitoides y patógenos. Comprender la distribución y presencia de maleza, en particular aquellos en las brásicas importantes para la biología estacional de la plaga”.
El compromiso de todo el equipo es fundamental para gestionar exitosamente este proyecto. Así al menos lo manifestó Nancy Vitta. “Aquí todos son importantes. Desde los productores hasta los profesionales de extensión del INIA y del INDAP, investigadores, entidades reguladoras (SAG) y organismos de financiamiento como FIA y el Ministerio de Agricultura”.
Agregó que “tanto INIA La Cruz como INIA La Platina cuenta con un área de entomólogos especializados y con vasta trayectoria que sumado a los equipos de transferencia y extensión haremos un muy buen equipo de trabajo para sacar adelante esta iniciativa a través de estrategias de manejo y tecnologías que sean sustentables”.
Recordemos que el chinche pintada fue detectado en Chile en septiembre del 2016. Los productores de brásicas en la localidad de Lampa y otros sectores sufrieron graves pérdidas debido al daño causado por la plaga.
De acuerdo a los datos del INIA sólo en Lampa, evaluaciones preliminares establecieron que de un total 54 hectáreas destinadas a la producción de diversas especies de brásicas para consumo fresco, 65% de ellas fueron gravemente afectadas por la presencia de la plaga durante 2016. En el sector de Curacaví, el nivel de daño fue del orden de 10% de pérdidas y en la Región de Valparaíso 21.3 hectáreas de cultivos fueron afectados.
La producción de brásicas en Chile es de gran relevancia social y económica, puesto que en su mayoría es desarrollada por medianos y pequeños agricultores. De una superficie aproximada de 4 mil hectáreas distribuidas a lo largo del territorio nacional, las especies de mayor importancia en superficie corresponden a repollo (1.598 ha), coliflor (1.230 ha) y brócoli (1.046 ha), siendo las regiones donde se concentra la mayor superficie de especies cultivadas de esta familia las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, del Libertador Bernardo O´Higgins, y del Maule.
Acerca del INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación agropecuaria de Chile, dependiente del Ministerio de Agricultura, con presencia nacional de Arica a Magallanes, a través de sus 10 Centros Regionales, además de oficinas técnicas y centros experimentales en cada una de las regiones del país.
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