Las precipitaciones y malezas de invierno en huertos frutales
- Las malezas constituyen uno de los principales problemas, para los agricultores, puesto que compiten por agua, luz y nutrientes con los cultivos. Por este motivo, es necesario hacer un manejo adecuado de ellas, que incluya tanto prácticas preventivas, como labores culturales, control mecánico y/o químico.
De acuerdo con la recomendación de los especialistas, en otoño e invierno, antes de la emergencia de las malezas, se deben utilizar herbicidas aplicados al suelo, conocidos como pre emergentes, y que están recomendados para controlar malezas anuales, que son las que provienen de semillas.
En el rubro frutícola, y según explicó el especialista de INIA Rayentué, Gamalier Lemus, el control de malezas de invierno es muy importante, ya que, pese a las bajas temperaturas, éstas tienen la capacidad de crecer. “De no hacer un correcto control, esta vegetación complica el cultivo hasta muy entrada la primavera. Entre los ejemplos más críticos, explica Lemus, están las gramíneas como las ballicas, que son un tipo de malezas que han desarrollado resistencia a muchos de los herbicidas que se usan comúnmente. Por lo tanto, agrega, lo que hay que hacer durante el invierno, (entre los meses de junio, julio y agosto) es aplicar lo que se llama herbicidas residuales o de suelo activo, los cuales quedan depositados en el suelo y actúan como una lámina, que cuando es atravesada por el brote de la maleza éste se intoxica y muere, y así se inhibe la aparición de un sin número de especies de malezas”.
En cuanto a los productos herbicidas de mayor uso en aplicaciones invernales para el control de maleza, el especialista menciona la Simazina, “que es de amplio uso, pero que tiene algunas restricciones, como por ejemplo, no se puede usar en huertos de plantas de tres o menores de tres años. Además, agrega, que no es recomendable para algunos portainjertos de ciruelo o cerezo, independiente de la edad que tengan estas plantas”.
Consultado sobre qué reemplaza la Simazima, para el control de malezas en huertos de ciruelos y cerezos, Lemus indica que productos como el Pendimetalin, es una buena alternativa puesto que además se puede usar incluso en viveros, porque no afecta a las plantas recién plantadas. De todas formas, agrega, ambos productos no son efectivos en algunos tipos de malezas, condición que obliga a considerar que los herbicidas rara vez se aplican solos. Por ejemplo, dice Lemus, “si voy a hacer una aplicación, al campo, y veo la germinación de pequeños brotes de pasto, es un hecho que la Simazima y el Pendimetalin no van a controlar esas incipientes plantas, esto obliga a utilizar un herbicida de contacto o un herbicida sistémico que complemente la acción del residual, como son el Glifosato, el Paraquat solo o mezclado con Diquat, entre otros ingredientes activos, que si van a eliminar esos pequeños brotes”. El oxifluorfen en combinación con pendimentalin es considerada una buena combinación para controlar malezas de hoja ancha y también de hoja angosta.
Tipos de Suelo
Otro factor muy importante que se debe tener presente es el tipo de suelo, porque en el caso de los suelos arenosos se debe usar la dosis mínima recomendada por el fabricante. Y en suelos más arcillosos, una dosis más alta es más efectiva, dado que este tipo de suelo atrapa gran parte del ingrediente activo, dejándolo inactivo para su efecto herbicida.
En esa línea, el especialista de INIA Rayentué, Jaime Otárola, señala que: “cuando las condiciones de suelo son complicadas, es decir, en suelos con alto contenido de arcilla que tienden a compactarse, la recomendación es hacer dos aplicaciones, con una diferencia de 45 días, por ejemplo, a fines de junio y mediados de agosto, como una táctica de tener mejores resultados en el efecto residual, teniendo presente que no todas las malezas emergen al mismo tiempo. En este sentido, agrega, Otárola, estos herbicidas suelo activo o residuales, deben ser aplicados justo antes de una lluvia, la cual permitirá la incorporación del ingrediente activo en profundidad. También, agrega el profesional, debemos considerar que el mojamiento, o la dosis a usar, va a depender de las condiciones del suelo”.
Recomendaciones para la aplicación de herbicidas
En conversación con el especialista Patricio Abarca, de INIA Rayentué, señaló que para las pulverizaciones de herbicidas invernales, es propicio revisar las condiciones de la maquinaria y el terreno de aplicación. Para aplicaciones de herbicidas de contacto junto con otros de preemergencia, es adecuado el cubrimiento con gotas de tamaño medio: En tanto, para pulverizadores hidráulicos de barra, es conveniente el uso de boquillas de abanico plano de colores lila o azul (si solo se desea aplicar un producto de contacto o sistémico al follaje se recomienda el uso de boquillas más pequeñas, verdes o amarillas).
El volumen de aplicación, señaló Abarca, debe ser acorde a lo recomendado en la etiqueta del plaguicida, respetando la dosis requerida de ingrediente activo por superficie, para ello, se determina la velocidad apropiada del tractor, en consideración al tipo de boquilla que se utilice. Por ejemplo, si el caudal individual promedio de las boquillas es de 0,9 L/min, distanciadas a 0,5 m en la barra y se requiere aplicar 200 L/ha, entonces la velocidad de avance apropiada será de 5,4 km/h (0.9 L/min x 600 / 0.5 m / 200 L/ha = 5.4 km/h), si la caja de velocidades del tractor no entrega la velocidad exacta requerida, se utiliza una cercana y se ajusta el caudal de las boquillas con presiones de trabajo entre 2 a 4 bar (para pulverizadores hidráulicos de barra, se recomienda que se utilice al menos 450 r.p.m. a la toma de fuerza del tractor).
Es importante recordar que el suelo donde se aplique el herbicida, no esté excesivamente húmedo, el suelo saturado y el paso de maquinaria pesada provocarán compactación y pérdida de la estructura del suelo, pero, además, se verá modificado el volumen de aplicación por un mayor patinaje del tractor. Puntualizó el profesional. Para pequeños productores, es habitual el uso de pulverizadores hidráulicos de mochila, conocidos comúnmente como “bombas de espalda”, para este caso, como lo normal es utilizar una sola boquilla, se opta por las de tipo deflectora tipo espejo, con caudales entre 0,9 a 1,2 L/min para herbicidas de preemergencia.
En aplicaciones con motos de cuatro ruedas, tienden a utilizar una velocidad mayor a los tractores, por lo tanto, si las boquillas a utilizar son de tipo hidráulico (que forman la gota por presión de líquido), estas deben ser de mayor caudal a las utilizadas con tractor, para asegurar un buen cubrimiento y la dosis por hectárea recomendada.
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