Los plaguicidas han tenido un rol fundamental en la agricultura mundial, ya que aumentan los rendimientos, disminuyendo las pérdidas de producción a causa de plagas y enfermedades. Esto ha entregado seguridad alimentaria para las actuales y futuras generaciones. Sin embargo, su aplicación de forma poco eficiente ha afectado al medio ambiente, y hasta la fecha son pocos los que han tratado de revertir esta situación de forma exitosa, pero hoy con la tecnología se puede lograr.
Entremos en contexto: La venta de plaguicidas a nivel mundial supera las 4 millones de toneladas al año y las 54 mil toneladas solo en Chile según datos del Servicio Agrícola y Ganadero en el 2019. Su uso sigue en aumento y dentro de las razones, están la generación de resistencia a estos químicos por parte de los insectos, las restricciones impuestas por los mercados de destino y porque dentro de las herramientas disponibles para el control de las plagas, el uso de agroquímicos es el más efectivo.
Si bien los plaguicidas con un correcto uso generan importantes beneficios, los que no, han generado daños en el medioambiente. Por ejemplo, han disminuido la población de insectos del planeta en un 70% en los últimos 30 años. Recordemos que ellos son los recicladores del ecosistema, son polinizadores, descomponedores, controladores naturales de otros insectos, entre otros importantes roles. Por otro lado, en algunos países se tienen registros que los plaguicidas han contaminado los cursos de agua y los suelos. De hecho, estudios recientes han detectado presencia de agroquímicos en las muestras de orina de los estudiantes de la región del Maule.
Son varias las organizaciones a nivel mundial que estudian e intentan visibilizar este problema de salud pública y medioambiental, como lo son Center for Environmental Health (CEH), Unearthed (Proyecto periodístico de Greenpeace de Reino Unido), Red de acción en plaguicidas y sus alternativas para América Latina (RAP-AL), Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO) entre otras.
Es por esto que el desarrollo y uso de tecnología, sumado al conocimiento generado sobre las especies plaga que afectan la agricultura hacen la sinergia que necesitamos. Hay tecnologías desarrolladas en nuestro país que hoy nos permiten hacer un uso eficiente de plaguicidas, innovando en una o más variables que intervienen a la hora de tomar una decisión de aplicación, y/o en cómo la ejecutamos. Además,han incluido investigaciones y variables importantes de este manejo agrícola, para hacerla óptima y eficiente. Un ejemplo, es el monitoreo remoto a las condiciones de campo, como la temperatura y humedad de la canopia; la fenología del árbol y del insecto plaga, y sus acumulaciones térmicas. Esta información se puede almacenar y analizar a distancia, a través del servicio que entrega la empresa nacional Neltume. Otra innovación en el área, es la aplicación de agroquímicos con drones, la cual ha demostrado ser más eficiente que la forma tradicional. Sabemos que el uso de estos químicos es trascendente para la agricultura nacional, ya que Chile es un país agroexportador reconocido a nivel mundial, pero también es importante que se realice de la mano de prácticas sustentables, que aseguren el cuidado del medio ambiente y la salud de las personas.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile