La industria de producción de salmones de cultivo en Chile sigue posicionada como una de las actividades económicas más relevantes para el país. Sin embargo, las enfermedades infecciosas, como la Caligidosis causada por el ectoparásito Caligus rogercresseyi, continúan impactando sobre la sustentabilidad de esta industria. Este parásito, conocido también como piojo de mar, se trata principalmente con fármacos antiparasitarios como organofosforados, piretroides e inhibidores de quitina. Sin embargo, existen problemáticas asociadas a su utilización como son la reducción en las eficacias reportadas para los tratamientos farmacológicos, así como también un potencial impacto no deseado sobre especies no blanco que cohabitan zonas marinas cercanas a granjas de cultivo, dado que la mayoría de los tratamientos se aplican como baños de inmersión.
Respecto de este último punto, un grupo de científicos de los centros de investigación de excelencia, INCAR y COPAS Coastal, publicó los resultados de un estudio que determinó que la exposición de pesticidas usados para el control del piojo de mar en cultivo de salmones, afectan el desarrollo en estadios de larva del “Choromytilus chorus”, también conocido popularmente como “Choro Zapato”.
El estudio “Transcriptome profiling of the early developmental stages in the giant mussel Choromytilus chorus exposed to delousing drugs”, desarrollado por los Investigadores Dr. Gustavo Núñez-Acuña (Centro INCAR), Dra. Camila Fernández (COPAS Coastal), Dr. Cristian Gallardo-Escárate (Centro INCAR y COPAS Coastal) y Sandra Sanhueza-Guevara (Universidade de São Paulo), analizó muestras obtenidas de larvas de este bivalvo desde la Bahía de Coliumo, las que fueron expuestas a azametifos y deltametrina, que están entre los fármacos más usados para el control del Caligus en el cultivo de salmones en Chile.
“Los cambios más significativos se encontraron entre las diferentes etapas de desarrollo de las larvas expuestas a los fármacos antiparasitarios. En particular, las variaciones transcripcionales significativas se correlacionaron con las concentraciones de fármaco analizadas. Los procesos biológicos implicados en el desarrollo, como el movimiento celular y la actividad transcripcional, se vieron principalmente afectados, lo que indicó que estos medicamentos también afectan la expresión génica al cambiar la expresión de las larvas expuestas en los respectivos bioensayos.”, explicó el Investigador Asociado de la línea Genómica Acuícola del Centro INCAR, Dr. Gustavo Núñez-Acuña.
“El resultado fue sorprendente”, señala la Dra. Camila Fernández, directora del Centro COPAS Coastal. “Comúnmente, se considera a estos contaminantes desde la toxicidad, es decir si mata o malforma a un organismo que entra en contacto con él. Nosotros partimos de la premisa de que «lo que no te mata te hace más fuerte» y pensamos en su efecto en términos de cómo modifica los flujos de nutrientes (lo que no es en sí un beneficio, sino una modificación de los patrones de productividad del océano). También pensamos en el costo invisible para organismos que no son inmediatamente vulnerables a estos compuestos, pero que por su resiliencia pagan un precio metabólico posterior… específicamente haciendo estudios de bioensayos en Choro Zapato vimos que las larvas aceleran su desarrollo en presencia de pesticidas sin presentar diferencias evidentes con las larvas control”.
De esto surgió la pregunta: ¿Cuál es el costo invisible de aquel proceso de acelerar su desarrollo y cómo afecta a su estadio adulto esa aceleración?, interrogante que llevó a realizar este estudio desde la biología molecular.
“Por ahora, se puede plantear la hipótesis de que C. chorus expuesto en etapas tempranas a azametifos y deltametrina tendrá un costo metabólico que podría traducirse en funciones metabólicas adultas deficientes. De hecho, los procesos biológicos afectados (morfogénesis acelerada, actividad transcripcional y desarrollo) demandan altos niveles de energía en la célula. Este desequilibrio molecular puede causar un potencial desarrollo anormal en especímenes adultos que deben cuantificarse con precisión”, concluyó el Dr. Núñez-Acuña
“A pesar de que no hay un efecto visible (no se muere, no está deformada, no tiene nada aparentemente mal) el costo de esta aparente ausencia de efecto negativo se puede traducir en su viabilidad futura como recluta o adulto, complementa la Dra. Fernández.
El equipo de investigadores añade que los estudios futuros deberían abordar la asociación entre la exposición a fármacos contra Caligus en las primeras etapas larvales y los probables efectos biológicos en el desarrollo juvenil-adulto del Choro Zapato.
“Queremos seguir la historia de vida de las larvas de Choro Zapato para ver la trayectoria de este costo invisible de resistir a la presencia de pesticidas en etapas tempranas en términos de su potencial para asentarse, su desarrollo y éxito reproductivo”, señala la directora de COPAS Coastal.
Revisa el estudio aquí. https://doi.org/10.1016/j.margen.2022.100970
Equipo Prensa
Portal Agro Chile