Los smartphones son esenciales. Los usamos para jugar, estudiar, trabajar, relajarnos y crear contenidos interesantes y divertidos, pero ¿cuál es la huella ecológica que dejan a lo largo de su ciclo de vida?

Se estima que los teléfonos inteligentes generarán cerca de 146 millones de toneladas de CO2 en 2022, de las cuales el 83% provendrá de su fabricación, envío, y el primer año de uso de los mil 400 millones de nuevos smartphones que serán distribuidos globalmente a lo largo del año, de acuerdo con Deloitte.

Con el objetivo de alcanzar una Simbiosis Verde, vivo, uno de los fabricantes de smartphones más importantes de la industria, integra la noción de «reciclaje bajo en carbono» en cada parte del ciclo de vida de sus productos, reduciendo continuamente el impacto ambiental, mejorando los procesos y optimizando el uso de los recursos.

“El desarrollo sostenible de una empresa se basa en el entorno natural en el que opera. Si bien adoptamos prácticas bajas en carbono, operaciones ecológicas y fabricamos productos sostenibles, vivo considera que el desarrollo ecológico es una oportunidad para la innovación y el crecimiento corporativos”, comenta Shen Wei, fundador, Presidente y CEO de vivo.

La compañía se inclina por la ingeniería de dispositivos más ecológicos, estableciendo un equipo profesional enfocado en la sustentabilidad de sus productos a corto, mediano y largo plazo, a través de pruebas con series de productos designadas, que luego se extienden progresivamente al resto del portafolio de vivo.

 

Empaque elegantemente verde

Además de asegurarse de un correcto funcionamiento del software y el hardware, el equipo de vivo también considera los atributos amigables con el medio ambiente a lo largo del ciclo de vida de los dispositivos, incluyendo su facilidad de mantenimiento, desmontaje, reciclabilidad y reutilización, incluso de sus cajas.

Gracias al rediseño, la serie Y de vivo usó un 16% menos de materiales en sus empaques en 2021 (en comparación con el año anterior), y la cantidad de papel usado en las cajas fue reducida un 15%. Además, el 50% de estos empaques está compuesto por fibras recicladas, como la pulpa de caña de azúcar.

A partir de este año, vivo planea reducir a cero el uso de plásticos en el empaque de sus productos, al adoptar diferentes soluciones, como el rediseño de sus partes para que todo pueda estar empacado con estructuras basadas en papel.

 

Reducir, Reutilizar y Reciclar, por el bien de todos

En el interior de sus productos también yacen los esfuerzos de vivo por lograr una Simbiosis Verde, pues el 41,7% del peso total de las piezas de plástico usadas en los smartphones son de base biológica, para bajar el uso de plásticos de combustibles fósiles.

Y a través de su sitio web oficial y otros canales en China, promueve el intercambio de smartphones usados, para reciclar cerca de 3.9 millones de teléfonos móviles.

Con la guía del Principio de las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar), vivo se ha comprometido a disminuir todo tipo de desperdicios. En 2021, la cantidad de residuos peligrosos generados en vivo fue de 44.49 toneladas, de las cuales el 100% se dispuso en cumplimiento de la normatividad; la cantidad de residuos no peligrosos generados fue de 19 mil 393 toneladas, de las cuales se recicló el 100%.

 

Energía aprovechada al máximo

Por otro lado, vivo incorporó componentes electrónicos con una mayor eficiencia energética y, con el apoyo de algoritmos inteligentes, sus smartphones ajustan su desempeño, de acuerdo con los escenarios y a los requerimientos de las apps que usen para optimizar el uso de sus baterías.

Las pantallas de los teléfonos consumen mucha energía, por lo que vivo aplicó en algunos modelos la tecnología de Óxido Policristalino de baja temperatura (LTPO, por sus siglas en inglés), que modifica la tasa de refresco con una cantidad de cuadros por segundo adaptativa, de acuerdo con lo que los usuarios ven, para administrar mejor la energía.

Asimismo, vivo constantemente investigando nuevos materiales y tecnologías que pueda incorporar en las pantallas para mejorar su eficiencia lumínica y el consumo energético. Gracias a ello, un smartphone de vivo puede ampliar su autonomía de 0.6 a 1 hora, con respecto a otro dispositivo móvil con la misma capacidad de batería.

El consumo energético también es conservado en la fabricación de estos productos. La sede mundial de vivo lanzó oficialmente el proyecto de Planta Fotovoltaica Distribuida. Una vez finalizada este año, la planta generará 6,61 millones de kWh de electricidad para el uso de su parque industrial, equivalente a una reducción de la emisión de dióxido de carbono de 3,860 toneladas por año.

Al integrar el concepto “Impulsado por el Diseño” en cada eslabón de su cadena de valor, vivo continúa innovando a lo largo del ciclo de vida de sus productos para alcanzar una Simbiosis Verde, desde su diseño, empaque, selección de materiales, eficiencia energética, reciclaje de desechos electrónicos, etcétera. Para conocer más, entra aquí.

 

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