- No sólo en la agricultura y la medicina, también en el sector forestal. Los árboles, como el álamo, tienen un ciclo reproductivo muy largo por el hecho de que al término de su etapa juvenil para iniciar la primera floración demora a lo menos 7 años. Ahora, científicos de la Universidad de Georgia han utilizado la edición genética con CRISPR para conseguir que los álamos florezcan en cuestión de meses demostrando que la urgencia hacia la adaptabilidad frente a la sequía y cambio climático, es una carrera que todo el mundo científico sigue empujando.
Las herramientas de edición de genes siguen entregándonos buenas noticias para lograr la adaptabilidad y sustentabilidad frente a los desafíos climáticos que estamos enfrentando. Cuando los científicos, dentro de su proceso de investigación, buscan mejorar genéticamente una variedad de verdura, pueden tardar un año o menos en ver los cambios: sólo la duración de un ciclo reproductivo. Pero la mejora genética de los árboles puede tardar años, a veces décadas, antes de que se aprecien los primeros cambios.
Hoy, en un avanzado proceso desarrollado por investigadores de la Universidad de Georgia (UGA), Estados Unidos, este largo camino puede reducir ese tiempo a apenas una fracción.
Utilizando la herramienta de edición genética CRISPR, C.J. Tsai, investigador de la Facultad de Silvicultura y Recursos Naturales Warnell de la UGA y de la Facultad de Artes y Ciencias Franklin, ha desarrollado un método que acorta el tiempo que tarda un álamo en florecer, de unos siete a diez años a sólo unos meses. Al reducir este plazo, puede acelerar el trabajo genético de los árboles para obtener rasgos mejorados, como la tolerancia al frío o a la sequía.
Esta especie arbórea puede llegar a medir hasta 25 metros de altura. El álamo se alza sobre un tronco recto y cilíndrico recubierto por una corteza blanquecina y agrietada. En aquellos ejemplares más viejos se pueden ver unas grietas con tonalidades oscuras.
Los resultados que han publicado recientemente en la destacada revista científica New Phytologist, arrojan luces sobre el modo en que los árboles desarrollan los órganos reproductores y abre las puertas a nuevas investigaciones.
“Los métodos anteriores para inducir flores tempranas en álamos eran poco consistentes y laboriosos. Se trata de un gran obstáculo para la investigación”, afirma Tsai, eminente académico de la Georgia Research Alliance. “Pero utilizando CRISPR para editar un gen represor de la floración, somos capaces de comprimir el tiempo de floración de más de siete años a tres o cuatro meses, y el periodo de desarrollo de los órganos florales, que dura un año, a unos pocos días”, explica.
En el experimento se utilizaron álamos, explica Tsai, por su potencial como cultivos leñosos bioenergéticos y porque su ADN ha sido completamente mapeado y anotado. Normalmente pasan años antes de que se pueda observar el sexo de un álamo. Una de las principales características del álamo es la robustez y majestuosidad de su madera.
“El sistema de floración rápida es fundamental y oportuno para permitir la reproducción de ciclo rápido y la selección genómica de ciclo rápido en especies leñosas perennes como materia prima”, afirma Tsai.
La urgencia de la adaptación
Así como las investigaciones están orientándose a la adaptación de los árboles, lo mismo ocurre con la producción de alimentos y la sustentabilidad. “CRISPR y otras técnicas de edición genética similares, están permitiendo mejorar los vegetales de forma más precisa, segura y rápida, consiguiendo semillas y plantas adaptadas (como a la sequía por ejemplo) o bien logrando mejoras nutricionales para las frutas y hortalizas”, comenta el director ejecutivo de ChileBio, Miguel Ángel Sánchez.
“El uso de esta técnica con estos fines debe ser potenciada y apoyada en el discurso y con recursos a nivel de políticas de Estado. En nuestro país necesitamos con urgencia políticas que se hagan cargo de una buena vez de este desafío. Chile es uno de los 20 países más afectado por los efectos del calentamiento global, no obstante, el mejoramiento genético vegetal y la biotecnología no aparecen entre las prioridades para enfrentar sus efectos por parte de la autoridad política”, concluye.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile