Desde el primer proyecto de ley ingresado por el ministro Montes el año 2019 para aumentar el tamaño de subdivisión mínima a 4 hectáreas, se ha generado un ambiente de incertidumbre en la industria, lo que ha promovido una serie de efectos negativos tanto para los clientes como para el mismo ecosistema. Ejemplo de esto es que la explosión de permisos de subdivisión ha aumentado en un 90% los últimos años según un estudio del SAG.
No tenemo hoy un modelo de subdivisión sustentable que ponga fin a las incertidumbres del mercado, es por esto que de manera unánime en el Directorio de Chile Rural tenemos la disposición de participar y acoger una nueva regulación que permita la sustentabilidad de los ecosistemas y de perogrullo la continuidad del negocio a través del tiempo.
Desde hace un año que el ministro Montes viene anunciando que presentará el proyecto de ley que pondrá fin a las problemáticas. El drama es que ante esta incertidumbre muchos dueños de fundos solicitaron permisos de subdivisión. Están listos para que como desarrolladores tomemos dichas subdivisiones y, según el modelo de cada uno, planifiquemos las obras para su comercialización.
Hay un consenso general en el país, necesitamos actualizar la regulación y definir los lineamientos bajo los cuales se puede habitar el territorio rural. Las complejidades de esta regulación no son menores, tenemos diferentes realidades geográficas y múltiples áreas que organizar, pero las soluciones ya existen.
Tras todo el alboroto del año anterior, aún no se ha logrado nada, luego de la suspensión de las circulares del SAG nuestros clientes pueden estar tranquilos de que podremos cumplir con las promesas ofrecidas en los proyectos que convocan al gremio. El rol ya se puede obtener con tranquilidad. Sin embargo, los desarrolladores seguimos recibiendo críticas siendo que estamos en la completa legalidad.
Existen modelos de subdivisión exitosos desarrollado por académicos respetados como Randall Arendt que permiten compatibilizar las actividades silvoagropecuarias con la habitabilidad del sector rural, siendo el decano de la facultad de arquitectura de la Universidad del Desarrollo Pablo Allard unos de sus principales precursores en Chile con múltiples proyectos.
También están las tecnologías que permiten desarrollos sustentables y que son amigables con el ecosistema tales como: luz soterrada, sistemas de agua potabilizada rural, tratamiento de aguas negras, etc.
¡Las soluciones para las problemáticas de los desarrollos inmobiliarios en zonas rurales ya existen!
Chile es un país joven y estos temas ya se resolvieron en muchos Estados. Tenemos profesionales como el recién citado Pablo Allard (nominado al premio nacional de arquitectura) quien tiene los contactos para capitalizar las experiencias internacionales y las mentes legislativas para materializar una regulación capaz de dar sustentabilidad al ecosistema. No podemos seguir esperando, al menos necesitamos ser parte del trabajo en la nueva regulación y que se transparenten los avances que se llevan a cabo hasta el momento
Equipo Prensa
Portal Agro Chile