En un mundo marcado por constantes cambios climáticos, entender cómo las condiciones atmosféricas influyen en la producción es esencial para garantizar la calidad y cantidad de los frutos cosechados.
«El impacto del clima en la producción debe entenderse como eventos interrelacionados que afectan todo el ciclo del frutal. Fenómenos como El Niño provocan alteraciones hormonales y nutricionales, teniendo efectos directos en la calidad y peso del fruto cosechado.» Indica Mauricio Adasme, Jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas.
La plantación de nuevas variedades en zonas geográficas de producción en constante evolución requiere un permanente monitoreo de las variables meteorológicas y la adaptación de las estrategias de cultivo. Adasme continúa: «Factores ambientales como la lluvia, temperatura y radiación solar influyen en la cosecha. La lluvia, por ejemplo, puede afectar la polinización, provocando dificultades en el desplazamiento del polen y el vuelo de vectores biológicos. Además, la sensibilidad a la lluvia del fruto es crítica a partir del estado fenológico color amarillo pajizo/inicio de pinta, puede provocar daños y pudriciones si no se gestiona adecuadamente.»
Las temperaturas también son un factor clave. Una floración tardía en un ambiente cálido pueden tener un impacto negativo en la cuaja del fruto. Las altas temperaturas pueden limitar el crecimiento del fruto y dificultar su desarrollo, influyendo en su tamaño y color. Así también una alta temperatura en pre cosecha puede acelerar la maduración de la cereza y reducir el desarrollo del color.
La radiación solar es otro elemento crítico en el proceso de cosecha de cerezos. La exposición prolongada a condiciones extremas puede colapsar los sistemas defensivos de la planta, lo que puede resultar en daños al fruto. Es esencial proteger el cultivo de los daños por el sol, lo que incluye mantener un estado hídrico adecuado y cuidar la sanidad del huerto. Productos como la pintura blanca con Caolinita en la madera y bioestimulantes pueden ayudar a minimizar estos efectos.
La adaptación al clima se ha convertido en una necesidad para los productores de cerezos. Plantar las variedades adecuadas en las nuevas zonas geográficas que se van incorporando ya no es suficiente. El clima está en constante evolución y desafía las técnicas tradicionales de cultivo. Los agricultores deben estar preparados para enfrentar condiciones climáticas impredecibles y, a menudo, extremas. Esto implica no solo monitorear las condiciones meteorológicas, sino también contar con estrategias efectivas para mitigar los efectos adversos. La innovación en la agricultura, el uso de tecnologías avanzadas y la investigación constante son cruciales para lograr una cosecha de cerezos de calidad en un mundo donde el clima es un factor cada vez más determinante.
En conclusión, la relación entre el clima y la cosecha de cerezos es innegable. Ante esto, es fundamental que los productores se mantengan al tanto de las condiciones climáticas y adapten sus estrategias de cultivo para garantizar una producción fructífera, de alta calidad y con las rentabilidades esperadas.
Sobre Laboratorio Agrícola Las Garzas
Laboratorio Agrícola Las Garzas es una institución con más de 35 años de experiencia ofreciendo servicios de la más alta calidad a los agricultores de la zona centro sur del país. Líder en la realización de análisis foliares, físicoquímicos de suelo, enmiendas agrícolas y agua, así como análisis nematológicos, el Laboratorio es parte de la Escuela Agrícola Las Garzas, centro de enseñanza fundado en 1963 que ofrece educación técnico-profesional gratuita a varones de 5to básico a 4to medio ubicada en Chimbarongo.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile