Inicio de temporada de riego: Seremi de Agricultura realiza balance de 2023
Durante los meses de junio, agosto y septiembre del presente año, Ñuble experimentó dos eventos meteorológicos con lluvias de gran magnitud, dejando secuelas significativas en la red de canales en toda la Región. Eventos tan inusuales que la Dirección General de Aguas informó que en junio los periodos de retorno fueron excepcionalmente altos en los ríos locales, superando las cifras de los últimos 170 años para el río Ñuble, cerca de 600 años para el río Chillán y aproximadamente 760 años para el río Diguillín. Una probabilidad de ocurrencia menor al 1% en todos los casos, demostrando la extrema rareza de estos eventos climáticos.
Esto se reflejó en daños considerables en la estructura de riego de todo Ñuble, donde más del 90% de las bocatomas de los canales matrices fueron afectados y en 17 puntos los ríos cambiaron de curso.
Ante la magnitud de los eventos, la Seremi de Agricultura coordinó las acciones que la Comisión Nacional de Riego (CNR) y el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap) realizaron a nivel regional, ya que la superficie de riego afectada alcanzó entre 90,000 y 100,000 hectáreas. La inversión conjunta de la CNR y el Indap, ascendiendo a $2,553,896,250 millones de pesos, permitió rehabilitar cerca del 98% de la superficie de riego de la Región, beneficiando a la comunidad agrícola que depende del riego en la Región.
Por esto el Seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, afirmó que “haciendo un balance y después de todo lo sufrido este año con las inundaciones, llegar a este punto no fue fácil, pero fue una experiencia importante de colaboración y de trabajo público-privado para superar una situación que parecía imposible. Poder tener una temporada de riego normal fue un gran logro y una de las metas que nos puso el presidente Gabriel Boric, como también nos pidió que no dejáramos de visitar a nadie que haya sido afectado”. Además, agregó el representante ministerial en Ñuble que, los logros no solo pasaron por la inyección de dinero por parte del Gobierno; también por la labor de los equipos regionales que sostuvieron todas las dificultades.
“Inyectamos mucho optimismo cuando la gente, los canalistas y todo el mundo veía que era un trabajo muy difícil de lograr. Todo se veía cuesta arriba, pero pudimos reponernos e inyectar fuerza. Al final con un trabajo fuerte, una alianza público-privada solida, el esfuerzo del Estado y privados como las juntas de vigilancia o las organizaciones de regantes, pudimos llegar a tener un año normal”.
En materia de inversión pública, la CNR asignó más de $1,700 millones a concursos especiales de emergencia destinados al desembanque y rehabilitación de canales. De manera simultánea, Indap aportó más de $800 millones para la recuperación de canales y la ejecución de obras definitivas. A su vez, la Subsecretaría de Agricultura estableció un convenio con las organizaciones participantes, ofreciendo un anticipo financiero para aquellos que necesitaban iniciar sus proyectos de inmediato. Este adelanto consistió en un préstamo de un porcentaje del monto bonificado, agilizando así la ejecución de las obras necesarias.
Este enfoque colaborativo benefició a productores de dos canales en Ñuble, destacando el Canal Chacayal con respaldo financiero cercano a los $50 millones de pesos y el Canal Rinconada de Cato apoyado con alrededor de nueve millones de pesos.
La respuesta rápida y coordinada frente a estos eventos extremos demostró ser esencial para evitar daños mayores. Estas iniciativas aseguraron la continuidad de la temporada de riego, ya que la prontitud del diálogo entre las organizaciones y los servicios estatales generaron un continuo diálogo con las organizaciones de usuarios de agua.
De esta manera, las inversiones para el periodo 2024 – 2025 se dirigirán a reparar la telemetría y realizar obras definitivas, lo que buscará fortalecer la productividad agrícola de Ñuble.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile