- Gran parte de las y los asistentes a la actividad resguardan y multiplican semillas de cultivos tradicionales, tarea que ha pasado de generación en generación en la agricultura familiar campesina e indígena. Con el taller se fortalecieron estos saberes ancestrales con metodologías que profesionalizan el acto de conservación.
En la Casa del Comunero de Ovalle se dio por iniciado el ciclo de talleres que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA está realizando al alero del proyecto “Cultivos tradicionales de Chile: fuente de alimentos nutritivos para la seguridad y soberanía alimentaria del país”, apoyado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo ANID del Ministerio de Ciencia, y que ejecuta INIA a nivel nacional.
La actividad, que tuvo gran convocatoria, consistió en una charla teórica sobre “Metodologías para multiplicación y mejoramiento de semillas de variedades tradicionales” dictada por Érika Salazar, investigadora de la Unidad de Recursos Genéticos y Banco de Germoplasma de INIA La Platina.
El objetivo de la charla fue introducir a las y los agricultores en las diferentes prácticas, metodologías y consideraciones que se deben tener para para producir semillas de variedades tradicionales cumpliendo criterios de calidad.
“Los agricultores hacen conservación de las variedades antiguas cada año con la intención y el gesto de sembrarlas, cultivarlas para consumo. Lo que estamos buscando nosotros es potenciar y profesionalizar el acto de conservación de los agricultores, no solo con el propósito de promover la conservación de la agrobiodiversidad y su utilización, sino que además, facilitar el acceso a semillas”, indicó Salazar, explicando que es necesario que las y los agricultores cuenten con más semillas de más cultivos y muchas más variedades para poder hacer frente a los desafíos de hacer agricultura en un contexto de riesgo climático, cambio en el gusto de los consumidores y necesidades de mejor nutrición, asegurando que la agricultura familiar campesina e indígena hace una enorme contribución a cumplir con esos desafíos.
Carolina Pañitrur, coordinadora técnica de soberanía alimentaria e investigadora de INIA, indicó que la actividad es parte de una serie de talleres que se realizarán en la región en el marco del proyecto que buscan fortalecer las semillas tradicionales en los territorios. “Hace un par de meses atrás tuvimos una instancia donde nos conocimos, donde abrimos nuestras puertas al Banco Base de Semillas a través de un Día Abierto, dimos a conocer el trabajo que estamos haciendo y hoy comenzamos con el taller teórico para después comenzar con la práctica de multiplicación de semillas en los campos con los mismos agricultores, entonces se entregaron conocimientos teóricos y la idea es que estos conocimientos podamos aplicarlos posteriormente cuando venga la temporada de siembra en los territorios con los agricultores”.
Saberes ancestrales y variedades de semillas
Los asistentes a la actividad valoraron lo aprendido, ya que existe un intercambio de saberes y sobre todo porque acerca el conocimiento científico al sector rural, descentralizándolo, así lo indicó Mirtha Gallardo, presidenta de la Asociación Gremial de Comunidades Agrícolas en la provincia del Limarí, “esta actividad que se ha llevado adelante con INIA acá en la región, en Ovalle, me parece tremendamente importante. Hoy día vemos que el INIA es un tremendo aliado, alianza que estamos llevando adelante y nos enorgullece que estén en la Casa del Comunero” enfatizando en que, “para nosotros es muy importante el guardado, el compartir, el producir semillas tradicionales. Estos talleres se van a seguir realizando y vamos a seguir sumando más gente porque nosotros queremos tener una mejor salud, un mejor bienestar una mejor calidad de vida y ello, sin lugar a duda, tiene que ver con la producción de los alimentos que consumimos”.
Damián Cerda, agricultor de Combarbalá, por su parte indicó que “nunca se debería perder la tradición” de multiplicar y resguardar semillas tradicionales. “Nosotros allá en la casa tenemos una gran variedad de semillas, tenemos como 20 variedades de poroto, entonces es mucha la variedad que tenemos nosotros, en cuanto al maíz también, es importante guardarla para no perder la semilla que hay”.
Corina Ramírez, de Potrerillos Alto en Ovalle, quien se ha dedicado por más de tres años a sembrar y conservar semillas, expresó que hacerlo “ha sido realmente gratificante”.
“Cuando uno ve que siembra una sola semillas y después la ve crecer y cuando ve el fruto uno se siente realizada, creo que ha sido importantísimo, porque uno sabe las enseñanzas que se van entregando de generación en generación desde nuestros ancestros o desde la cultura Diaguita o los Inca, pero al llegar a este punto es como agregarle una enseñanza más de lo que uno trae desde sus ancestros”, añadiendo que este tipo de instancias donde no solo los científicos exponen sus conocimientos, sino que ellos mismos pueden aportar con sus propias experiencias son de gran importancia. “Es importante porque no solamente es para compartir las enseñanzas, la sabiduría, los saberes, sino que también es para proteger las semillas ancestrales y a la vez entregar las enseñanzas a otras personas que hoy en día nos las saben y que ellos se vayan de generación en generación para proteger la soberanía alimentaria familiar”.
Para el seremi de agricultura de la Región de Coquimbo, Christian Álvarez, este tipo de talleres son de gran relevancia puesto que “fortalece el conocimiento que las y los agricultores poseen para multiplicar sus semillas, enseñándoles técnicas que favorecen la agrobiodiversidad y la protección de semillas tradicionales, fundamentales para mantener la seguridad y soberanía alimentaria”.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile