Chile posee cerca de 14.7 millones de hectáreas de bosque nativo, lo que representa alrededor del 19.5% de la superficie total del país. Según datos recientes, más del 70% del bosque nativo de Chile se encuentra en predios de propiedad privada.
Chile cuenta con una gran biodiversidad forestal, con decenas de miles de especies, desde grandes mamíferos como el puma y el huemul, hasta pequeños invertebrados y microorganismos, que habitan en bosques nativos a lo largo y ancho de nuestro país.
“Hoy existen varias iniciativas privadas de conservación en desarrollo, pero aún queda mucho espacio vacío, por lo que aún hay oportunidades para hacer más cosas. Con el 70% del bosque nativo en manos de privados se vuelve indispensable que sean ellos los que innoven en nuevas formas de relacionarnos con el medio natural”, señaló Camilo González, gerente de operaciones de Genau Green.
Conforme a González, dicho porcentaje es un gran indicador para promover la conservación, una actividad donde lejos de “no tocar” o “no relacionarse” se promueve el intervenir con una gran responsabilidad ética, que es el camino que se debe tomar. Estos números, dijo, exponen la codependencia que existe entre el ser humano y la naturaleza y la inevitable mejora constante de esta relación.
Por ello, actualmente, existen instrumentos legales como el Derecho Real de Conservación (DRC) que permiten a los privados conservar la biodiversidad en sus predios de forma voluntaria. Según el ejecutivo, el DRC es un gravamen ambiental que se anexa a una propiedad y enmarca sus actividades.
“La adopción de esta ley en Chile marca un hito significativo en la evolución de herramientas jurídicas en torno a la conservación ambiental, porque restringe actividades que, históricamente y sin un marco regulatorio real, han degradado los recursos naturales de los campos y bosques de Chile”, señaló el gerente.
En 2008 se promulgó la Ley de Bosque Nativo, un hito en la protección y restauración de estos ecosistemas. Sin embargo, su implementación ha sido gradual y ha enfrentado diversos desafíos, como la necesidad de mayores recursos financieros y la dificultad de conciliar los intereses de conservación con los de propietarios privados.
“Han habido grandes avances en materia legislativa, en generación de zonas protegidas, en preocupación real desde el mundo privado, pero falta mucho. Son millones las hectáreas de tierra que deben seguir protegiéndose a través de nuevas iniciativas”, finalizó González.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile