Dr. Adel Al-Gheethi

Así lo sostuvo el Dr. Adel Ali Al-Gheethi, investigador de la Universidad de Newcastle en Australia y socio de crcCARE, quien expuso su experiencia en el tercer webinar internacional del Proyecto Greywater Reuse (GWR).

  • Según el experto, Estados Unidos es el país que más agua gris genera por habitante y Australia el que mejor la gestiona, con reglamentos estrictos y tecnologías avanzadas para su tratamiento y reúso.

“Tratamiento de aguas grises y contaminantes emergentes: soluciones avanzadas y regulaciones”, fue el título del tercer webinar internacional realizado por el Proyecto Greywater Reuse (GWR), que tuvo como orador a uno de los referentes mundiales en descontaminación de agua: el Dr. Adel Ali Al-Gheethi, investigador de la Universidad de Newcastle en Australia y socio de crcCARE (Centre for Contamination Assessment and Remediation of the Environment).

Desde su experiencia de más de más de dos décadas de investigación en aguas residuales, el profesor Al-Gheethi expuso su visión respecto al reúso de aguas grises, sosteniendo que “es una fuente hídrica que muchos países pierden y cuyo aprovechamiento es una gran oportunidad en tiempos de cambio climático”.

Entre los países que sí las utilizan y que poseen regulaciones para normar su tratamiento y reúso, se encuentran Australia, Israel, Singapur, Estados Unidos, Alemania, España y Emiratos Árabes.  Se emplean principalmente para descarga de inodoros, riego de jardines o agrícola, lavado de ropa y uso industrial, según detalló Al-Gheethi.

De todos ellos, sería Australia el que tiene una mejor gestión de sus aguas grises: “Tiene un reglamento exigente, donde no es posible que alguien haga descarga de aguas grises sin tratar al ambiente y sus reúsos están muy regulados, por lo que se han generado tratamientos avanzados e innovadores”.

Destacó también el caso de Singapur, “que es líder en osmosis inversa, produciendo agua de alta calidad, aunque su reúso es principalmente industrial y urbano no potable”.

Ranking de aguas grises

Las aguas grises domésticas son aquellas que no provienen del inodoro; es decir, no contienen materia fecal. Incluyen, por lo tanto, a las utilizadas en el lavado de ropa (33% del consumo de agua promedio), ducha (23%) cocina y lavado de platos (11%), lavado de dientes (5%), afeitado (5%) y lavado de manos (3%), de acuerdo con las cifras entregadas por el Dr. Al-Gheethi.

También expuso los datos de generación de aguas grises por parte de distintos países, siendo Estados Unidos el líder, con 281litros por persona al día, más que duplicando a países europeos, como Inglaterra, con 112 litros por persona. “Omán es un caso llamativo, dado que es un país del Medio Oriente donde hay escasez del recurso hídrico; sin embargo, tienen una alta descarga de aguas grises (184 litros por personas), porque compensan el déficit con plantas desaladoras”.

Asimismo, explicó que la composición y características de las aguas grises son variables, “influyendo factores como la cantidad de personas por hogar, si hay niños, etc. Si un hogar tiene 2 o 3 personas adultas, el agua gris necesitará tratamientos simples y después se puede usar para riego; mientras que, si tiene varios habitantes, significa que se requieren tecnologías más avanzadas”. 

Actualmente, los llamados “contaminantes emergentes” son un foco de alerta para la investigación en tratamientos de aguas grises, sobre todo en los países de mayor desarrollo. Al respecto, señaló que “los productos farmacéuticos y de cuidado personal entran tanto al agua gris como al agua negra y son más difíciles en su recuperación y eliminación”. Sobre los microplásticos, indicó que “todavía estamos a nivel de laboratorio y trabajando en la detección, pero no en su tratamiento”. 

Tanto este webinar internacional, como los dos anteriores (de Brasil e Israel), están disponibles en el canal de YouTube del Proyecto GWR. 

Sobre el Proyecto GWR

El proyecto Greywater Reuse propone reusar aguas grises domiciliarias (que representan cerca del 65% de las aguas eliminadas desde los hogares) en el riego de muros y techos verdes, entre otros fines, mejorando la gestión del agua y obteniendo beneficios en aislación térmica y acústica de las viviendas. La iniciativa es financiada por el Proyecto Anillo de ANID ATE220224.

Para probar la tecnología del proyecto, se construyó una casa piloto de 60 m2 en el Parque Tecnológico CTEC, de Corfo, ubicado en Laguna Carén.

El equipo científico es interuniversitario y transdisciplinario, y está compuesto por siete investigadores de las universidades de Santiago (5), Andrés Bello (1) y del Bío-Bío (1).

Más información en www.proyectoaguasgrises.usach.cl

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