De acuerdo con la Water Footprint Network, se necesitan 12.760 litros de agua para fabricar un teléfono inteligente, más de lo requerido para medio kilo de pollo (2 mil litros) o un jean (3 mil), y, en promedio, cada persona genera 1,7 megabytes por segundo de información, que deben administrarse en un data center.
Este sector se encuentra en franco crecimiento y ha sido priorizado por el Gobierno, que acaba de lanzar el Plan Nacional de Data Centers, que incluye la promoción de Acuerdos para Producción Limpia para que a través de las tecnologías se alcance mayor eficiencia en el consumo hídrico, entre otros aspectos.
El agua se encuentra presente en todas las etapas de un data center, desde la evaluación de las condiciones hidrogeológicas y los riesgos de inundación del terreno en donde se emplazaría hasta la evaluación de la disponibilidad hídrica y abastecimiento para la operación, especialmente para su refrigeración.
El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley indica que un centro mediano consume 1 millón 350 mil litros de agua por día. Además, los análisis del grupo de investigación Dgtl Infra revelaron que en Estados Unidos usaron 284 mil millones de litros durante el 2023, volumen equivalente al consumo de Londres durante cuatro meses. En Chile, el proyecto original de data center de Google en la comuna de Cerrillos, que será rediseñado, requería 7,6 millones de litros al día.
Tan sensible es el uso hídrico, que uno de los KPI estándar, acordes al Pacto por la Neutralidad Climática de los data centers y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU es el Water Usage Effectiveness (WUE). Este mide la cantidad de agua que utilizan para la refrigeración, la temperatura, el control de la humedad y la generación de electricidad.
El indicador es una referencia, porque en la operación se pueden generar ineficiencias por el desgaste de los equipos, el almacenamiento, la conducción o distribución, y las variaciones en la disponibilidad de agua.
El desafío es ajustar el indicador WUE en el diseño a través de la incorporación de innovaciones tecnológicas como sistemas de enfriamiento que no consumen agua, y programas de gestión integral, monitoreo y análisis de datos del consumo hídrico.
Los data centers son los principales interesados en realizar una gestión hídrica sostenible, pero los usuarios además de preocuparse por la huella hídrica de los productos que consumen, deberían tomar consciencia del volumen de megabytes de información que genera cada día.
Pablo Silva Jordán
Consultor en Recursos Hídricos
Ingeniero Civil Hidráulico PUC
Equipo Prensa
Portal Agro Chile