- Por Rodrigo González Morales, Controller Manager en Rindegastos
Uno de los procesos más importantes para las empresas chilenas ya partió, la Operación Renta 2025. El año pasado, un total de 4.689.468 contribuyentes presentó su declaración, de las cuales 1.481.851 correspondió a empresas, según datos del SII.
Sin duda, se trata de un proceso ya consolidado, en parte, gracias al apoyo sistemático de las tecnologías de la información. El software especializado, así como otras herramientas de gestión digital para asistir el proceso se han constituido en un soporte indispensable para organizar la información, respaldar gastos y data, evitar errores humanos, ahorrar tiempo y, en definitiva, facilitar todo lo que conlleva este trámite.
A modo de ejemplo, los gastos no documentados, dependiendo del régimen tributario, van a ser gastos rechazados del inciso primero del artículo 21, de acuerdo con la Ley de Impuesto a la Renta, y se afectan con la tasa del 40%. Asimismo, los gastos no aceptados no se corrigen monetariamente porque no están pagados, pero se agregan al resultado tributario para formar parte de la renta líquida imponible, por lo que terminan pagando impuesto de primera categoría.
De ahí la relevancia de conocer el tratamiento tributario de los gastos y los requisitos para que un gasto sea aceptado. Contenidos en el artículo 31 de la ley de renta, los gastos deben estar relacionados directamente con el giro o actividad que desarrolla el contribuyente, tener la aptitud y ser necesarios para producir renta. No obstante, deben acreditarse y justificarse en forma fehaciente, es decir, con un comprobante, ya sea una boleta nominativa, un contrato o una factura.
Adicionalmente, si se registran gastos que luego no se pueden respaldar correctamente, existe el riesgo de que esos montos sean considerados gastos rechazados. En ese caso, podrían estar afectos a un impuesto adicional que puede llegar hasta un 40%, dependiendo del régimen fiscal aplicable.
Con todo, lo cierto es que la cantidad de información y detalle que exige la Operación Renta puede alivianarse muchísimo si se apoya de herramientas digitales capaces de resolver la problemática asociada a lo que es la gestión de las rendiciones de gastos, así como la consolidación de datos contables, entre otros. De manera tal de tener los comprobantes, poder crear validaciones o reglas para que todo esté dentro de las fechas que corresponde y así efectivamente cumplir con todo lo que es la normativa tributaria y fiscal.