Se cumplen 25 años de la adhesión de Chile al Convenio UPOV con grandes avances en nuevas variedades vegetales.
- Desde que Chile adhirió al convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), acta 1978, que fue promulgada como ley en 1996, el rubro agrícola y toda la cadena agroexportadora dio un gran paso hacia el futuro de las nuevas variedades de toda la industria. La ley 19.342, que norma lo expuesto en el acta UPOV, se ajusta a un objetivo: la protección de la propiedad intelectual vegetal para la creación de nuevas variedades para la sociedad.
“Para Viveros de Chile, base de la cadena agroexportadora, este hito ha sido un importante avance en relación al recambio varietal de la fruticultura chilena y la introducción de nuevas variedades y tecnologías en el rubro de los frutales, siendo los viveros actores principales en la producción de plantas e introducción de un tan necesario recambio varietal a nivel mundial”, comenta Maritrini Lapuente, gerente general de Viveros de Chile AGV, tras cumplirse 25 años del convenio UPOV. “Muchos países han visto en Chile una oportunidad y que respeta los procesos de Propiedad intelectual vegetal, mediante los derechos del obtentor, que es la persona que ha descubierto y logrado una variedad vegetal nueva, distinta, homogénea, estable y luego inscrita en el Registro de Variedades Protegidas del SAG (frutales, hortícolas, ornamentales y forestales”, agrega.
Esta ley también ha sido clave en poder iniciar Programas de mejoramiento Genético originados en Chile, obteniendo en diversas instituciones tanto públicas como privadas, como INIA, Universidades, Viveros, el Consorcio Tecnológico de la Fruta, Consorcio Biofrutales, así como el trabajo en conjunto, resultados de gran categoría que han sido un avance importante para diversos cultivos como carozos, vid de mesa, cerezos, frambuesos, entre otros, con características de relevancia económica para los agricultores, enfocándose en productos con mejores características organolépticas, de rendimiento y adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales y climáticas.
“Otro efecto de la ley de protección a la propiedad intelectual vegetal ha sido la limitación a la propagación ilegal de variedades protegidas y como gremio viverístico hemos abogado siempre por el respeto a los derechos sobre las obtenciones vegetales y según esto, por la pronta entrada en vigencia de la adhesión de Chile a UPOV 91”, comenta el presidente de Viveros de Chile AGV, Cristián Pichuante.
“Al obtener una ley moderna y actualizada sobre propiedad intelectual, nuestro país está cumpliendo el objetivo de contar con más y mejores variedades, aumentando de esta manera la competitividad de nuestra agricultura en los mercados internacionales y potenciando así la diversidad en variedades frutícolas”, agrega Pichuante.
Chile, con una nueva Ley que respalde al acta UPOV 91, que proteja en gran medida la propiedad intelectual vegetal, estará incentivando la innovación y potenciando todos los esfuerzos, tanto económicos y de trabajo humano en obtener nuevas variedades desarrolladas en el país, a través de nuevos programas de mejoramiento existentes y estimulando en el proceso la creación de nuevos proyectos.
El trabajo realizado en conjunto entre el SAG, investigadores, viveros, INIA, entre otras instituciones, desde la suscripción de Chile al convenio UPOV, hace 25 años, han sido un avance en la obtención, introducción y posicionamiento de nuevas variedades, fortaleciendo a Chile como un referente en procesos de respeto y buen manejo de protección intelectual, marcando la pauta para que los principales programas de mejoramiento genético a nivel mundial vean a Chile como un país base para implementar y establecer sus materiales y asimismo, seguir avanzando en proyectos de mejoramiento para obtener nuevas variedades locales que se adapten a los requerimientos de condiciones internas y con características que logren obtener un producto de calidad para llegar a los mercados de destino.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile