En medio de la polémica por las regulaciones que el Ministerio de Agricultura emitió en relación a las parcelaciones rurales, dos jóvenes emprendedores alzan la voz con una alternativa de parcelas agroresidenciales mediante la cual se entrega la factibilidad de desarrollo agrícola a sus propietarios, para que a través de una cooperativa, puedan gestionar cultivos en sus campos.
¿Es posible producir tus propios alimentos, regenerar los ecosistemas y además obtener una rentabilidad económica?
Para los jóvenes ingenieros Javier Villarroel (27) y Raimundo Casanueva (28) si es posible. Cansados de la forma en que las inmobiliarias hoy llevan, en general, el negocio de las parcelaciones, decidieron dar un vuelvo en el negocio y centrar su atención en generar proyectos que entreguen desarrollo, garantías para sus propietarios y se apeguen al espíritu de la ley 3.516 que ha estado en la palestra los últimos días.
Tras la proliferación de proyectos de loteos en áreas rurales, el Ministerio de Agricultura instruyó al SAG la suspensión de la certificación de la subdivisión de predios rústicos que pudieran significar una amenaza a los sistemas agroproductivos, al ecosistema y al equilibrio socio-ecológico de las localidades en las que están emplazados.
En la palabras de Raimundo Casanueva, “una de la problemáticas más grandes que existen con las parcelaciones es que hay inmobiliarias que no entregan ningún desarrollo, ni garantías, y hacen que esto pase casi a ser como una estafa, y en segundo lugar es que están ofreciendo terrenos 100% para uso habitacional, para desarrollos urbanos muy estratosféricos, por ejemplo, con canchas de futbol y casas estilo condominio, con grandes estándares pero sin dar ninguna garantía agrícola y por lo tanto con un uso incorrecto de suelo”.
El análisis que el ministerio de agricultura, en conjunto con el ministerio de vivienda y urbanismo, presentó la semana pasada a la Contraloría General de la República para su consideración tiene por objetivo preservar el suelo rural para fines agrícolas y evitar los efectos de un desarrollo inmobiliario al margen de la planificación territorial.
“Estamos de acuerdo con que las cosas deben cambiar, debe existir mayor regulación para que se puedan alinear todos, para que exista más agricultura, y para que existan más parcelamiento agro residenciales”, señala Javier Villarroel.
Parcelas para uso agrícola
Una de las principales diferencias de Inmobiliaria Vive Sur en relación a otras que comercializan parcelas agroresidenciales, es el verdadero propósito agrícola del uso de sus suelos. Pero no sólo es importante que se siga cultivando, sino que es fundamental revisar el tipo de agricultura se hace, privilegiando la agricultura orgánica y regenerativa.
“El mercado debería apuntar al cultivo de las parcelas que se venden como también las personas necesitan habitar de manera más responsable con el entorno y una de esas formas es seguir manteniendo el destino agrícola de las parcelas”, señala Raimundo Casanueva.
Mientras que Javier Villarroel es enfático en apuntar que “hemos visto cómo algunos desarrolladores pretenden falsear su espíritu agrícola haciendo huertas, lo que no es suficiente. Se debe hacer agricultura industrial en las parcelas utilizando más del 50% del suelo para ese fin”.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile