Sandra Bustos, Jefa del Departamento de Semillas y Plantas, SAG:
 
La jefa del Departamento de Semillas y Plantas del SAG, asegura que es fundamental incluir en los programas preventivos algunos componentes que permitirían ampliar el nivel de seguridad y preparación frente a la contingencia.   

El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, frente a una permanente presión de ingreso de múltiples plagas a nuestro país, trabaja de manera constante en promover el uso de plantas certificadas, establecer reglamentaciones para el control de plagas y fiscalizar la producción de plantas en los viveros. Entre las principales amenazas latentes está el ingreso de HLB o dragón amarillo a Chile, la plaga cuarentenaria de cítricos más grave a nivel mundial, siendo para el SAG, un desafío mantener constante las acciones de vigilancia que viene desarrollando desde el 2008 para ratificar la condición de HLB y sus vectores Diaphorina citri y Trioza erytreae, lo cual permite declarar su situación como plagas cuarentenarias ausentes en Chile.

Revista Eureka! del Comité de Cítricos, conversó con la Jefa del Departamento de Semillas y Plantas, SAG, Sandra Bustos, tras la visita a Chile del virólogo, Georgios Vidalakis, para profundizar en las estrategias de prevención del ingreso de HLB a nuestro país.

Entre el trabajo que ha contemplado el SAG está la vigilancia activa y sistemática de ambas plagas, Diaphorina citri y Trioza erytreae, contando con 9.701 estaciones de prospección, verificación de denuncias y 68.349 revisiones a trampas para los vectores, en las cuales inspectores del Servicio colectan muestras para analizarlas por los especialistas de entomología y bacteriología de la Red de Laboratorios SAG.

En esa misma línea, se debe mantener el control de los requisitos de importación e inspección en los puntos de ingreso al país, controlando envíos importados, equipaje de pasajeros y medios de transporte, así como el control de los materiales de propagación en un proceso de cuarentena post entrada a Chile y controlar la producción nacional de plantas de cítricos en viveros y depósitos de venta.

Sandra Bustos, señala que mantener el control es clave, porque ha habido un incremento de decomisos de productos silvoagrícolas ingresados ilegalmente por pasos no habilitados del norte de Chile, en los cuales se incluyen plantines de cítricos, aumentando el riesgo de ingreso de las plagas.

Asimismo, la jefa del Departamento de Semillas y Plantas del SAG, comenta que es fundamental incluir en los programas preventivos algunos componentes que permitirían ampliar el nivel de seguridad y preparación frente a la contingencia del HLB, como los siguientes:
a) actualizar y fortalecer el catastro de rutáceas urbanas para que sea lo más detallado posible, pues las experiencias internacionales muestran que estas plantas son una vía relevante en la detección de los primeros casos de HLB, particularmente cuando está el vector presente.
b) incluir el diagnóstico de HLB en las plantas madres desde las cuales se extraen materiales de propagación de cítricos, para la producción de plantas certificadas y corrientes. Este aspecto podría ser posible, ya que desde el 2022 con la implementación de la Resolución Nº 8.911/2020 sobre control de PNCR  en los viveros de cítricos, se introdujo la obligación de que los viveros tengan plantas madres identificadas y con cierta condición fitosanitaria básica, por lo cual partir con materiales libres de HLB atribuye una cualidad adicional a estas plantas.

¿Qué otra iniciativa de prevención tiene el SAG para que HLB no ingrese a nuestro país?
Otra iniciativa es mantener la red de colaboración internacional, a través de la participación activa en grupos técnicos del Comité de Sanidad Vegetal (COSAVE) y con otros Organismos como SENASICA México, OIRSA, Fundecitrus de Brasil, entre otros. Lo anterior ha permitido conocer in situ el manejo de estas plagas en países como México, Argentina, Brasil, Paraguay y EE. UU., fortalecer el plan de contingencia que tiene Chile frente a la detección de HLB y de sus vectores, así como en el diseño y desarrollo de proyectos para el modelamiento de riesgo, como lo fue la adaptación del modelo “Risk-based HLB/ACP Survey for Residential and Commercial” del Dr. Tim Gottwald, Dr. Weiqi Luo y Dra. Drew Posny.  Este modelo es utilizado en California y se ha trabajado en Chile con el Laboratorio Lares de la Universidad de Chile, en el marco del Proyecto – COSAVE/IICA y además en otras temáticas en el trabajo COSAVE/PROCISUR titulado “Desarrollo y promoción de herramientas innovadoras para la prevención y mitigación del efecto de HLB en los países miembros del PROCISUR”.

El reconocimiento de sintomatología de HLB es fundamental, por ello no podemos prescindir de promover las acciones de difusión y formación de capacidades en productores, viveristas, importadores, inspectores, investigadores y otros públicos relacionados. Un buen ejemplo de interacción público-privada es la mesa conformada por el Comité de Cítricos, la Asociación de Viveristas de Chile, la academia, el SAG e instituciones de investigación y universidades, entre otros.

¿Qué acciones son absolutamente indispensables que deberían tomar tanto la industria como las autoridades sanitarias del país?
No olvidarnos de la permanente amenaza, es indispensable mantener la alerta y seguir invirtiendo en la prevención, sobre todo porque sabemos cómo se dispersa el HLB, que con el incremento de los ingresos ilegales de productos ha incrementado el riesgo y ya sabemos lo que les ha ocurrido a otras citriculturas.

¿Cuáles son algunos aspectos a destacar?
Es necesario generar sinergias para fortalecimiento y sensibilización de la vigilancia que hace el SAG, este es un trabajo que puede ser potenciado con la participación del sector privado, a través del muestreo preventivo de plantas y monitoreo con trampas en los sitios de producción para ampliar la cobertura a nivel nacional.

Para la implementación del modelo de riesgo, basado en la adaptación del modelo “Risk-based HLB/ACP Survey for Residential and Commercial” es necesario conocer las rutas de transporte de frutos y plantas de rutáceas desde el huerto o desde un vivero hasta el punto final de comercialización, plantas de selección (packing) y puerto, por lo que se requiere fortalecer los trabajos colaborativos entre actores públicos y privados para categorizar las variables trabajadas, evaluarlas y aplicar estos modelos en terreno.

En materia de producción de plantas, tenemos oportunidades importantes en la conformación de planteles de plantas madres para obtener materiales de propagación sanos, en los cuales se pueden mejorar aspectos de infraestructura y de incremento en la lista de plagas a determinar, incluyendo no solo las plagas no cuarentenarias reglamentadas, sino que también el diagnóstico de plagas cuarentenarias ausentes como HLB, Xylella fastidiosa u otras.  En este aspecto, debe existir la convicción de que el trabajo que se haga tendrá valor para la cadena productiva, por lo cual los esfuerzos adicionales que hagan los viveristas deben ser reconocidos por quienes establecen nuevos huertos a través del pago del sobreprecio que pueda significar esto.

Si HLB ingresa y tuviéramos que erradicar plantas o huertos ¿tenemos un reservorio de variedades de cítricos que estén libres de las principales plagas de los cítricos, incluidas aquellas que son cuarentenarias ausentes?

Reconocemos el valor, como reserva genética y fitosanitaria, del establecimiento de un Banco de Germoplasma de Cítricos, iniciativa del Comité de Cítricos, desarrollado por la PUCV y apoyada por FIA, SAG y AGV. Lo importante es que debe mantenerse en el tiempo.

Todos los participantes de la cadena de producción de plantas y fruta cítricas, así como investigadores, entidades relacionadas con los productores y nuestros Inspectores deben saber de qué plagas se protege a la citricultura, conocer el rol que tiene cada uno en el plan de contingencia y saber qué acciones implementar en la emergencia. Es importante saber qué debemos hacer frente a la determinación de Diaphorina citri en una trampa o de una planta positiva a HLB. Esto implica conocer el plan de contingencia y, por ende, las acciones de difusión deben mantenerse activas, con una mirada hacia la realidad de nuestro país y la caracterización de la industria. La detección y el accionar oportuno de medidas cuarentenarias permitirá reducir la dispersión y frenar el impacto que generan este tipo de plagas.

Fuente: Comité de Cítricos Asoex

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