Por Marcela Esterio Grez, Ing. Agr. Mg. Cs.
Fitopatólogo
Prof. Asociado – Universidad de Chile
Las noticias de las últimas semanas eran alentadoras ya que nos informaban que podría venir un respiro para los productores de uva de mesa, … con un futuro más prometedor respecto de precios, el sol volvía a dar luces de esperanzas para una recuperación de la producción de Uva de Mesa en Chile
Sin embargo, el cambio climático con el fenómeno del Niño nos sigue golpeando, con lluvias en el periodo de Floración que es uno de los más críticos de infección junto a envero y precosecha, y que favorece el desarrollo de los principales problemas de índole fitopatológica que afectan al cultivo de la uva de mesa, en las que destacan la pudrición gris causada por Botrytis, Oídio (Erysiphe necator) y el mildiú velloso (Plasmopara vitícola).
En las últimas temporadas al existir condiciones de climas más benignos, no favorecedores de infecciones, con ambientes más cálidos y una menor humedad, y también por problemas económicos, se hizo lo justo aplicando lo mínimo, o sea los programas de control de botrytis realizados en flor fueron más livianos con resultados de eficacia aceptables para esas temporadas.
Sin embargo, en esta temporada, con las condiciones imperantes de lluvias intensas y temperaturas más bien templadas, esos programas no van a obtener los mismos resultados de eficacia, porque las condiciones para el desarrollo de botrytis son más que óptimas y es esperable un mayor nivel de infección. Por lo anterior los programas de control deben ser adecuados a la población predominante del patógeno y en segundo lugar el diseño de los programas debe considerar la condición de sensibilidad que presentan estas poblaciones a los fungicidas que son la base del control.
Para decidir que aplicar es necesario conocer de manera oportuna la población que debo controlar, o sea lo que desde hace más de dos años hemos indicado, es necesario SABER AHORA LO QUE DEBEMOS APLICAR MAÑANA, lo cual es solo posible lograr con el resultado que se generó por el proyecto de Investigación que se realizó por el Laboratorio de Fitopatología Frutal y Molecular de la Universidad de Chile con el apoyo de FIA (Fundación para la Innovación Agraria), FEDEFRUTA F.G. e importantes Empresas de Agroquímicos y Exportadoras de frutas y que se conoce hoy en día como CHECK FAST BOTRYTIS.
La técnica Check Fast Botrytis permite obtener un conocimiento más exacto de las poblaciones de botrytis a nivel local-predial (% real de botrytis: ¿Cuánta Botrytis tengo en mi predio?) y su nivel de sensibilidad a dos de las moléculas base de los programas de control que corresponden a las hydroxyanilidas y a las carboxamidas, conocimiento que se obtiene a solo 48 horas de haber sido ingresadas las muestras a proceso. De esta forma el productor conoce de manera oportuna esta información y aplica lo justo, lo que realmente debe aplicar para obtener una mayor eficacia de control. En esta temporada ya varios productores han considerado incorporar esta herramienta como apoyo para diseñar programas de control eficaces que sean más sostenibles en el tiempo.
Pero, estamos con el agua al cuello, y la gran mayoría de los productores en este momento no disponen de esta información y debemos ayudarnos: ¿QUÉ HACER ANTE ESTA SITUACIÓN?
En primer lugar, debemos pensar que el riesgo es grande no solo para botrytis sino que también para Mildiú.
En segundo lugar, por los antecedentes generados también sabemos cuáles son los principales problemas de resistencia a fungicidas que predominan en nuestros predios: Resistencia a hydroxyanilidas (fenhexamid) y a carboxamidas (boscalid).
En tercer lugar, también sabemos, que las resistencias no son iguales, por ejemplo, sabemos que la resistencia a fenhexamid es más difícil de eliminar que la resistencia a boscalid y que el tipo y frecuencia de ciertos aislados resistentes de botrytis a ambas moléculas fungicidas puede implicar una llegada al final en precosecha con fruta con mayores niveles de pudrición.
Y, en cuarto lugar, los productores conocen como terminaron en la última temporada.
Entonces con todos estos conocimientos en el caso de Botrytis podríamos sugerir lo siguiente:
Si las variedades aún no están en Flor o están recién en inicio de caída de caliptra, considerar el uso de esta nueva herramienta de diagnóstico al menos para conocer qué condición de nivel de infección y sensibilidad predomina en los predios. En caso de no poder tener acceso a este servicio, utilizar un programa que considere post lluvias el uso de fungicidas de alta eficacia como Fluopyram & pyrimethanil, seguido de aplicación de la mezcla cyprodinil & fludioxonil, para terminar con isofetamida o incluso con boscalid, o una mezcla multipropósito como azoxystrobin & difenoconazole o trifloxystrobin & tebuconazole en el caso de detectarse focos de Mildiú y Oídio, ya que ambas formulaciones controlan Botrytis, Oídio y Mildiú.
Lo importante en floración es utilizar productos que afecten la germinación de las conidias y también tengan un efecto sobre otras etapas posteriores de infección como elongación del tubo germinativo e inicio de crecimiento miceliar.
Cómo ya se ha indicado, las condiciones actuales además de favorecer infecciones por botrytis son altamente predisponentes de infecciones por Mildiú causado por el Plasmopara viticola.
Como ya se ha indicado, este patógeno es controlado por estrobilurinas y fungicidas del grupo de los triazoles, por lo que mezclas como azoxystrobin & difenoconazole o trifloxystrobin & tebuconazole serían también recomendables en el caso de tener infecciones por Mildiú. Otra alternativa altamente eficaz que puede aplicarse con este propósito al inicio, pero previo a la flor, y que tiene un muy buen efecto secante es fluazinam que al igual que las dos mezclas ya indicadas controla mildiú y también botrytis pero no Oídio.
La idea es no bajar la guardia, proteger la flor de inicio a término, con los programas de control más eficaces que aseguren una óptima calidad de nuestra Uva de Mesa.
Situación crítica también en cerezos y otros frutales como Kiwi
Ahora bien, con respecto a la situación actual de la condición de cerezos, la situación no es muy distinta, y quizás aún es más grave, la temporada partió con problemas, baja floración y cuaja por falta de frío, lluvias en distintos momentos afectando en algunas variedades en floración y en otros graves daños en frutos de mayor estado de crecimiento lo que generó partiduras, daño que será aún mayor con estas lluvias.
En muestreos de flores de cerezo, realizados a fines de septiembre y en octubre se detectó un alto nivel de presencia de Botrytis, casi un 100% de las muestras colectadas presentaron desarrollo de este patógeno y también se detectó un porcentaje importante de flores afectadas por tizón bacteriano. Lo anterior señala que los programas de control en Cerezo desde fruto pintón o pajizo a cosecha van a tener que ser más rigurosos y de alta eficacia porque las condiciones climáticas son altamente favorecedoras no solo de Botrytis sino que también para monilia y también para otros patógenos como Alternaria.
Hasta el momento no se encuentra disponible una técnica Check Fast para Cerezo, pero se espera que al menos en un par de temporadas poder apoyar a este importante sector de la industria frutícola nacional, con la implementación de esta herramienta para cerezo, que permita determinar en 48 horas de manera simultánea el nivel de infección de botrytis y alternaria mediante técnicas moleculares, y así aplicar también lo justo, lo cual corresponde al objetivo principal de la iniciativa que recientemente ha sido adjudicado por FIA al Laboratorio de Fitopatología Frutal y Molecular de la Universidad de Chile.
Este proyecto recién está iniciándose y al igual que el proyecto que generó la técnica Check Fast Botrytis en uva de mesa, cuenta con el apoyo de FEDEFRUTA F.G., e importantes empresas de agroquímicos, exportadoras, Sociedades Agrícolas y de Redagrícola
KIWI: DOS GRANDES PROBLEMAS BOTRYTIS Y PSA
En lo que respecta al cultivo del Kiwi, botrytis también puede llegar a ser un problema porque las infecciones no controladas en flor se van a evidenciar durante la guarda en poscosecha.
Pero en este caso, además, debemos darle especial atención al control preventivo de eventuales nuevos focos de infección de la bacteriosis del Kiwi causada por Pseudomonas syringae pv. actinidiae (PSA), con aplicaciones preventivas de productos antibióticos como, por ejemplo, Agrygent Plus (Sulfato de gentamicina & clorhidrato de oxitetraciclina) y Strepto Plus (Sesquisulfato de estreptomicina & clorhidrato de oxitetraciclina). O productos en base a sales de cobre como los sulfatos de cobre pentahidratados
Equipo Prensa
Portal Agro Chile