Iniciativa financiada por el Gobierno Regional de Ñuble, apunta a la incorporación de tres nuevas especies frutales y contempla también instancias de capacitación a productores y la incorporación de energías sustentables.

En una reunión clave realizada en la comuna de San Carlos, investigadores de INIA Quilamapu expusieron ante los representantes del Prodesal los alcances y objetivos del proyecto “Fruticultura sostenible y resiliente al cambio climático en la Región de Ñuble”, instancia que busca validar e introducir nuevas especies frutales adaptadas a las condiciones climáticas de Ñuble.

Entre las especies seleccionadas están macadamia, pistacho y calafate, además de potenciar frutales ya existentes en Ñuble como el papayo y el castaño, todos los cuales destacan por su bajo requerimiento hídrico, alta resistencia a temperaturas extremas y alto valor comercial en mercados internacionales.

Uno de los aspectos que ha llamado la atención es la capacitación destinada a algunos de los fruticultores que se incorporen al proyecto, que incluye giras técnicas internacionales, donde 63 beneficiados podrán conocer experiencias exitosas de fruticultura sostenible en Italia, Estados Unidos, Guatemala y España. Estas instancias se suman a la implementación de parcelas demostrativas y comerciales en todas las comunas, que servirán como centros de aprendizaje práctico para los agricultores y la comunidad.

Además, se otorgarán 100 becas destinadas a profesionales asesores, con el fin de dejar capital humano especializado en fruticultura sustentable en la Región de Ñuble.
“Estas iniciativas, beneficios del proyecto, buscan no solo mejorar la producción local, sino también posicionar a Ñuble como una región modelo en la adaptación al cambio climático”, subrayó el investigador de INIA Quilamapu y jefe del proyecto, Jorge Retamal.

70 mil plantas para productores

Durante la presentación ante el equipo Prodesal de San Carlos, Retamal explicó que «nuestro enfoque es trabajar en conjunto con los agricultores para implementar un plan que permita abordar sus principales necesidades productivas y comerciales, mientras introducimos especies innovadoras que se adaptan al cambio climático”.

El proyecto considera la entrega de 70 mil plantas frutales (macadamia, pistacho, calafate, papayo y castaño) seleccionadas y multiplicadas específicamente para cada comuna, fortaleciendo así las bases de la producción sostenible.

El investigador INIA agregó que la iniciativa considera, también, la implementación de estaciones meteorológicas en las 21 comunas de Ñuble, lo que permitirá a los agricultores contar con información precisa y en tiempo real para optimizar sus prácticas agrícolas. Junto a esto, se instalarán kits fotovoltaicos en parcelas demostrativas, promoviendo el uso de energías limpias en el manejo de las nuevas plantas.

Gastón López, ingeniero agrónomo del Prodesal San Carlos, comentó que “es muy relevante para nosotros conocer este proyecto, que no solo amplía las opciones productivas para nuestros agricultores, sino que también promueven prácticas sostenibles en un contexto de cambio climático.»

Este proyecto refuerza el compromiso de INIA Quilamapu de liderar iniciativas que contribuyan al desarrollo agrícola sostenible en la Región de Ñuble. Esta iniciativa, financiada por el Gobierno Regional de Ñuble, tiene como meta beneficiar a más de mil agricultores durante los próximos tres años.

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Equipo Prensa
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