La temporada 2024-2025 no ha tenido muy buenos resultados para los fruticultores, pese a ello se espera que para abril los precios repunten debido a una estabilización en los volúmenes de llegada en EE.UU. y una mejor gestión de la oferta y la demanda.
La exportación de uva de mesa chilena atraviesa una temporada de contrastes, con un escenario desafiante en los mercados internacionales, pero con proyecciones alentadoras hacia el cierre del período 2024-2025. A pesar de las dificultades logísticas y la presión de la oferta global, el sector muestra resiliencia y estrategias adaptativas que podrían favorecer a los productores nacionales en las próximas semanas.
De acuerdo con las estimaciones del sector, Chile proyecta exportar alrededor de 66 millones de cajas, un crecimiento del 2,3% respecto a la temporada anterior. Hasta la semana 6 de la temporada actual, las exportaciones ya sumaban 14 millones de cajas, impulsadas por la implementación del «System Approach» en las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, que ha permitido un despacho más eficiente de la fruta a los mercados de destino, de acuerdo a lo señalado por Carla Carmona, de la empresa Trading Logistics Management (TLM), entidad que ofrece a productores y exportadoras un innovador servicio de gestión comercial, conectándolos con una amplia red de mercados y recibidores bajo programas de compra previamente establecidos.
Si bien el aumento en los volúmenes es una buena noticia, el mercado internacional enfrenta una presión significativa en los precios, especialmente en Estados Unidos, donde la acumulación preventiva de 8 millones de cajas por temor a un paro portuario generó una saturación del mercado desde el 25 de enero. A esto se suma la fuerte competencia de Perú, Sudáfrica e India, cuyas cosechas han inundado con fruta tanto el mercado norteamericano como el europeo.
ABRIL CON OPTIMISMO
Pese a este escenario, el horizonte no es del todo gris. El ingeniero agrónomo y magíster en Gestión de Recursos Hídricos en Zonas Áridas y Semiáridas, Víctor Muñoz, gerente del Programa Estratégico Regional (PER) Fruticultura Sustentable de Corfo, enfatiza que, en este desafiante escenario, la clave para que los productores salgan victoriosos está en la eficiencia y la sostenibilidad. «La adaptación a las nuevas exigencias de los mercados internacionales, la diversidad productiva y una gestión eficiente de la cadena de suministro, serán cruciales para mantener la competitividad del sector», señala Muñoz.
“Se espera que, hacia abril de 2025, los precios puedan repuntar debido a una estabilización en los volúmenes de llegada y una mejor gestión de la oferta y la demanda. Esto podría beneficiar a Chile con su fruta tardía. La industria debe estar atenta a estos desarrollos y ajustar estrategias para asegurar una temporada más equilibrada y rentable”, expresó Carla Carmona.