Actividad se insertó en la ejecución del Polo Territorial de Legumbres, iniciativa financiada por el Fondo de Desarrollo Estratégico del Ministerio de Economía, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y en el que participan investigadores de INIA y de la Universidad Católica.
Ante 60 productores de la comuna de San Ignacio, en la Precordillera Andina de la Región de Ñuble, se llevó a cabo un día de campo destinado a entregar los más recientes avances alcanzados en el cultivo del poroto.
Este paquete tecnológico asociado al cultivo de la nueva variedad de poroto tórtola Zorzal-INIA, se dio a conocer en el predio del productor Ociel Baeza en el sector Carrizalillo 2, lugar al que concurrieron investigadores, representantes de empresas, secretaría regional ministerial de agricultura, Indap, e investigadores de INIA y de la Universidad Católica.
Desde el punto de vista técnico, el investigador de INIA Quilamapu, Gerardo Tapia, indicó que lo mostrado resume el trabajo de tres años y que se sintetiza en una serie de recomendaciones para los productores, en cuanto a qué variedades sembrar, fechas óptimas de siembra, y aspectos de fertilización, riego y control de malezas como los principales aspectos a considerar.
Tapia explicó que durante la actividad se mostraron dos parcelas con dos tipos de manejo del cultivo. Por un lado una parcela con el manejo convencional por parte de los productores, y otra parcela con la propuesta realizada por INIA. El especialista hizo notar lo favorable de la propuesta preparada por los investigadores que apunta a aumentar el potencial de las plantas de poroto, lo que se verá reflejado en un importante incremento de los rendimientos a fines de marzo.
Entre los aspectos que concitaron el interés de los productores estuvieron los de la fertilización de los cultivos donde se hizo hincapié en la necesidad de conocer muy bien el suelo utilizado y la composición nutricional de éstos, lo que obliga a realizar un análisis de suelo cada dos años. Asimismo, se destacó la importancia de efectuar un temprano control de malezas, con herbicidas eficientes para las malezas más de la zona.
Alimento funcional
Los trabajos presentados se insertan en el proyecto Polo Territorial de Legumbres “Desarrollo de ingredientes funcionales y aditivos especializados para la valorización de la pequeña y mediana agricultura de secano”, iniciativa financiada con recursos del Fondo de Desarrollo Estratégico del Ministerio de Economía, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Al respecto, el investigador de INIA, Gerardo Tapia, indicó que el proyecto está orientado a la industria y al desarrollo de alimentos funcionales y aditivos especializados, con la finalidad de incrementar los rendimientos de los porotos en nuestro país, lo que permitirá hacer más competitivo este rubro frente a los porotos importados existentes en el mercado.
“Los porotos son alimentos funcionales, es decir, nutricionalmente favorables para la salud humana ya que cuentan con altos niveles de proteína de buena calidad, además de almidones y fibra que favorecen la buena salud del sistema digestivo, previniendo enfermedades como la obesidad y el cáncer de colón” sentenció Tapia.
En la actualidad en Chile el consumo de porotos por persona al año bordea los 1,3 kg, lo que es considerado muy bajo respecto a los 2,7 kg per cápita que se consumían hace 10 años. Ello ha incidido también en la disminución de la superficie sembrada de porotos. De hecho, en la Región de Ñuble existen 1.266 hectáreas y 1.456 en la Región del Biobío, (10.500 en Chile), con rendimientos cercanos a los 20 quintales por hectárea.
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